RUTA DE LA INDEPENDENCIA


Aprendizaje esperado: 

Reconoce la multicausalidad de la crisis política en la Nueva España y del inicio de la guerra de Independencia.

El tema de esta secuencia es el conjunto de acontecimientos que constituyeron el inicio  de lucha por la independencia de Nueva España.

Concretamente estudiarás todos los fenómenos que se convirtieron en factores, tanto internos como externos de ese movimiento.

Analizaras la situación económica, política y social que se vivía en Nueva España a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Conocerás las ideas y las acciones de los personajes que intervinieron en los hechos.

Analizarás los principales proyectos e ideas independentistas que llevaron al surgimiento de una nueva nación.

                                                          Panorama del periodo

Los sacerdotes en el movimiento de Independencia

                                                         El ejército de Morelos


Antecedentes externos de la independencia

Las reforma borbónicas, la Ilustración y el enciclopedismo francés, la independencia de las trece colonias norteamericanas, la revolución francesa, la crisis política y económica de España.

Como Recordaras este tema: Las Reformas borbónicas fueron económicas, políticas y administrativas.

Reformas económicas

 -Modificaciones a la real hacienda, con el objetivo de recaudar de manera más eficaz el cobro de impuestos.

-Creación  de estancos o monopolios manejados por el estado.

-Nuevas leyes sobre la libertad de comercio externo, apertura de puertos y creación de otros consulados.

-Impulso a la producción minera.

                                                         Reformas políticas y administrativas

-Establecimiento del sistema de intendencias.

-Disminución del poder de los criollos en la Real audiencia.

-Organización de un ejército regular.

-Supresión de los fueros y privilegios de la Iglesia y expulsión de los jesuitas.

                                           Antecedentes internos de la independencia

Aunque los factores externos dieron un gran impulso al movimiento de emancipación de Nueva España, el descontento que existía en esta fue determinante.

-El nacionalismo criollo.

-Problemas políticos y económicos en la Nueva España.


Mapa de las Principales Campañas de la Independencia, México 1810 - 1821
Fuente: Texas Libraries, The University of Texas at Austin

Timelines

Instrucción: Da clic en el enlace  observa y analiza la línea del tiempo o  timeline, da clic en cada hecho o proceso y lee cuidadosamente.



La revolución de Independencia de México

A lo largo del tiempo fue producto de un complejo proceso histórico, cuyos antecedentes inmediatos los ubicamos en la segunda mitad del siglo XVIII. Los acontecimientos o factores externos como la Ilustración y la Revolución francesa, tuvieron un papel destacado  en este proceso histórico, sin embargo, fueron las condiciones internas de desigualdad, explotación y miseria en la mayoría de la población, las que detonaron una guerra violenta y prolongada. La lucha armada se alargó durante 10 años, de 1810 a 1821, en los cuales podemos distinguir cuatro fases o etapas que anterioridad hemos revisado.



Actividad de Reforzamiento

Situación de aprendizaje: En relación al análisis espacial y temporal del Mapa temático  de las Principales Campañas de la Independencia, México 1810 - 1821  rutas de la Independencia y la línea del tiempo (1800-1821). Elabora un Comic o historieta sobre las causas de la Independencia con el apoyo del cuestionario (arriba).

                                        Xavier Mina: El Guerrillero de las dos Españas

 Xavier Martin Mina

Te haz preguntado...


¿ Quién fue Fray Servando Teresa de Mier?


ACTIVIDAD 7

Situación de aprendizaje: En relación a la interrogante previa elabora un párrafo descriptivo sobre su intervención y un dibujo de Fray Servando Teresa de Mier. Posteriormente. Elabora el contenido por una Constitución liberal (considerando lo esencial).


 de la América Septentrional
Acta solenme de la Declaración de Independencia

El 6 de noviembre de 1813, por medio del Acta de Independencia de la América Septentrional, se propuso la separación formal de España y con ello, la posibilidad de los novohispanos para gobernarse por sí mismos y, un año más tarde, el 22 de octubre, se promulgó la primera ley suprema de México: la Constitución de Apatzingán, era muy parecida a la de Cádiz, con la diferencia de que adoptó como forma de gobierno la republicana.

Aunque nunca pudo ponerse en práctica, en su contenido se contemplaron temas como la religión, la soberanía popular, derechos del ciudadano, igualdad social, seguridad personal, derecho a la propiedad, divisiones territoriales de la América mexicana, división de poderes, elecciones y obligaciones de los gobernantes.

En 1814 Fernando VII recuperó la corona española, una de sus primeras acciones fue disolver las Cortes Y Revocar la Constitución de Cádiz con lo que la metrópoli- y las colonias- vio el fin del sistema liberal y la restauración de la monarquía absoluta. 

En este contexto Morelos fue capturado en noviembre de 1815 por las fuerzas realistas; sometido a un juicio civil y otro religioso donde lo encontraron culpable de los cargos imputados, fue fusilado un mes más tarde.







"Acta Solemne de la declaración de Independencia de la América septentrional", Chilpancingo, 6 de noviembre de 1813. Archivo General de la Nación, México, Historia, vol. 116, exp. s/n, fojas 286-286v. 

El Congreso Nacional Americano (o “Congreso de Anáhuac”) reunido en el pueblo de Chilpancingo, declaró la independencia de la corona española con la publicación del Acta Solemne de la Declaración de la Independencia de la América Septentrional (6 de noviembre de 1813). Con ello la representación nacional ahí reunida asumió el ejercicio de su soberanía y rompió todo vínculo de poder con España.



ACTIVIDAD 8

Situación de aprendizaje: En relación a la sección Fases de la Independencia lee cuidadosamente y analiza los textos Sentimientos de la Nación (1813) y el Plan de Iguala Elabora el cuadro comparativo sobre las ideas políticas de Morelos e Iturbide.


IDEAS POLÍTICAS






 Documentos del congreso de Chilpancingo, hallados entre los papeles del caudillo José María Morelos, sorprendido por los realistas en la acción de Tlacotepec el 24 de Febrero de 1814.
          


  Archivo General de la Nación, México (ANG).

En otra parte de Latinoamérica, El héroe de un continente  

Simón Bolívar, el libertador de América

"No descansaré hasta romper las cadenas del dominio español en América", juró en su juventud el caudillo venezolano que desde 1812 encabezó la lucha por la independencia de la América española

Simón Bolívar para Niños / Video Educativo Biografía Corta 2021

Simón Bolívar lideró durante veinte años la lucha para lograr la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. 


Valores Ayer y hoy



Plan de Iguala



  Archivo General de la Nación, México (ANG).


Habiendo resuelto la situación en la  Nueva España, fue necesario arreglarse con la metrópoli; Juan O´Donojú fue enviado por las Cortes españolas como capitán general y jefe político superior. A su llegada, firmó con Iturbide el Tratado de Córdoba en el que se reconoció la Independencia de México.

En septiembre de 1821 se ordenó a los ejércitos realistas abandonar la ciudad de México. Así el Ejército trigarante entró pacíficamente a la capital y formaron la Junta Provisional Gubernativa y la Regencia, presididas por Iturbide e integradas por burócratas coloniales. El gobierno provisional firmo´el Acta de Independencia del Imperio mexicano.


Conoce la Bandera del Ejército Trigarante - 1821
https://www.gob.mx/segob/articulos/conoce-la-bandera-del-ejercito-trigarante-1821


ACTIVIDAD 

Situación de aprendizaje: En relación al Análisis del contenido el acta de Independencia elabora un  breve contenido temático (12 renglones).


EL ACTA DE INDEPENDENCIA



Descripción del texto y reconocimiento de las firmas:


Acta de independencia del Imperio Mexicano, pronunciada por su Junta Soberana congregada en la capital de él en
28 de septiembre de 1821.

La Nación Mexicana que, por trescientos años, ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido.
       Los heroicos esfuerzos de sus hijos han sido coronados; y está consumada la empresa, eternamente memorable, que un genio, superior á toda admiración y elogio, amor y gloria de su Patria, principio en Iguala, prosiguió y llevó al cabo, arrollando obstáculos casi insuperables.

       Restituida, pues esta parte del septentrión al ejercicio de cuántos derechos le concedió el Autor de la Naturaleza. Y reconocen por inenagenables y sagrados las naciones cultas de la tierra; en libertad de constituirse del modo que mas convenga á su felicidad; y con representantes que puedan manifestar su voluntad y sus designios; comienza á hacer uso de tan preciosos dones, y declara solemnemente, por medio de la Junta Suprema del Imperio, que és Nación Soberana, é independiente de la antigua España, con quien, en lo sucesivo, no mantendrá otra unión que la de una amistad estrecha, en los términos que prescribieren los tratados: que entablará relaciones amistosas con las demás, potencias ejecutando, respecto de ellas, cuántos actos pueden y están en posesión de ejecutar las otras naciones soberanas: que va á constituirse, con arreglo á las bases que en el Plan de Iguala y Tratado de Córdoba estableció, sabiamente, el primer Jefe del Ejército Imperial de las Tres Garantías; y en fin que sostendrá á todo trance y con el sacrificio de los haberes y vidas de sus individuos, (si fuere necesario) esta solemne declaración, hecha en la capital del Imperio a veinte y ocho de septiembre del año de mil ochocientos veinte y uno, primero de la Independencia Mexicana.

1. Agustín de Iturbide.
2. Antonio Obispo de la Puebla.
3. Lugar de la firma de O’ Donojú.
4. Manuel de la Bárcena.
5. Matías Monteagudo.
6. José Yánez.
7. Licenciado Juan Francisco de Azcárate.
8. Juan José Espinosa de los Monteros.
9. José María Fagoaga.
10. José Miguel Guridi y Alcocer.
11. El Marqués de Salvatierra.
12. El Conde de Casa de Heras Soto.
13. Juan Bautista Lobo.
14. Francisco Manuel Sánchez de Tagle.
15. Antonio de Gama y Córdoba.
16. José Manuel Sartorio.
17. Manuel Velásquez de León.
18. Manuel Montes Argüelles.
19. Manuel de la Sota Riva.
20. El Marqués de San Juan de Rayas.
21. José Ignacio García Illueca.
22. José María de Bustamante.
23. José María Cervantes y Velasco.
24. Juan Cervantes y Padilla.
25. José Manuel Velásquez de la Cadena.
26. Juan de Horbegoso.
27. Nicolás Campero.
28. El Conde de Jala y de Regla.
29. José María de Echevers y Valdivieso.
30. Manuel Martínez Mansilla.
31. Juan Bautista Raz y Guzmán.
32. José María de Jaúregui.
33. José Rafael Suarez Pereda.
34. Anastasio Bustamante.
35. Isidro Ignacio de Icaza.
36. Juan José Espinosa de los Monteros / Vocal secretario*

*[La relación con los nombre de las personas que aparecen como firmantes fue tomada de la siguiente fuente Guadalupe Pérez San Vicente, Análisis Paleográfico sobre el Acta de Independencia, México, UNAM, 1961, pp. 3-4. Documento localizado en: Archivo General de la Nación, Bóveda de seguridad

Información oficial del Archivo General de la Nación:

Actas de Independencia y Constituciones de México, exp.1

Dificultades para la consolidación de un proyecto de nación


Una de las dificultades para la consolidación de un proyecto de nación era que postura de gobierno se iba a establecer en el país.

La manera en que Iturbide se comportó como emperador dejó un mal sabor de boca en casi todos los actores políticos; a partir de entonces, las posturas favorables a la monarquía serían silenciadas. 

Los políticos decidieron que la república era la mejor forma de organizar el país y aunque también surgieron diferencias en torno al tipo que sería más conveniente, lo cierto es que desde entonces la república ha sido la forma de gobierno predominante en México.

Posturas para la consolidación de un gobierno

República federal y República centralista

A partir de la década de 1820, dos posturas entre los republicanos para la consolidación dominaron el debate político: una que apoyaba una república federal, con unos estados fuertes, y otra que prefería un gobierno central con suficiente poder para imponer orden en el país. 

Los partidarios del federalismo argumentaron que la independencia de España debía incluir también la autonomía de las regiones respecto al centro del país. Por su parte, los centralistas buscaban conservar las instituciones que los últimos reyes españoles establecieron a fines del siglo XVIII para limitar la autonomía de las regiones.

Etapas de gobierno en México

Antonio López de Santa Anna
Fue realista y después Trigarante junto con Agustín de Iturbide; republicano con federalista y centralista y "Alteza Serenísima".


Aunque los republicanos federalistas triunfaron en 1824, casi desde ese momento sus adversarios intentaron establecer una república centralista con un Poder Ejecutivo fuerte y, por lo tanto, con los estados y el Congreso en posición subordinada. Ese conflicto fue haciéndose cada vez más intenso en los años siguientes hasta que, entre 1834 y 1835, la mayoría de las élites políticas decidió eliminar la república federal.

Centralismo

Del latín centra, “un solo lugar” y lismo, “persona”. Es un sistema que concentra el poder y las funciones político administrativas en un órgano central: el Estado como autoridad suprema, el cual provee exclusivamente el ejercicio y administración de los derechos públicos y colectivos del país.

Gobierno centralista

En 1836, el Congreso elaboró una nueva constitución que suprimió la soberanía de los estados (los cuales se llamaron «departamentos»), redujo su poder político y económico, y les prohibió organizar ejércitos locales. Casi de inmediato, Zacatecas, Texas y Yucatán declararon su independencia.
Sin posibilidad de llegar a acuerdos incluso entre los propios centralistas, en 1843 se promulgó una Constitución todavía más dura en cuanto a los principios de este grupo político. Para entonces, la situación política en el país era incontrolable, pues los federalistas no dejaban de organizar insurrecciones y planear golpes de Estado, y pronto comenzó la guerra contra Estados Unidos de América.

Valentín Gómez Farías
Federalista o  liberal,  basado en las constituciones estadounidenses y española 

Federalismo

Del latín fœdus, “pacto”. El federalismo es un acuerdo de unión entre varias entidades territoriales llamadas estados o provincias que delegan parte de su autonomía en un organismo u autoridad general: el Estado. Los estados conservan su soberanía, leyes y autoridades propias.

Gobierno federalista

Los federalistas consiguieron derrotar a los centralistas y en 1846 restablecieron la Constitución de 1824.

República Federal 1824

Para entonces ya era bastante claro que detrás de las etiquetas federalista y centralista se expresaban dos proyectos de país: uno liberal y otro conservador. La disputa sobre la forma de gobierno no volvió a plantearse seriamente después de 1847. Las diferencias entre liberales y conservadores fueron haciéndose cada vez más profundas e irreconciliables.

La Consolidación de la nación no se hace efectiva

portalacademico.cch.unam.mx


El primer gran enfrentamiento entre ambos proyectos ocurrió entre 1853 y 1855. Antonio López de Santa Anna, quien durante años se había proclamado como centralista o federalista de acuerdo con las circunstancias, se comprometió con un programa político muy conservador. De esta forma se cerraba la primera mitad del siglo XIX. Treinta años atrás se pensaba que un sistema de gobierno adecuado ayudaría a resolver los problemas del país, pero ninguno de los grupos políticos pudo hacer efectiva esta idea.

Fuente: Dificultades para la consolidación de un proyecto de nación (2022). Recuperado de Historia Mexicana. https://lahistoriamexicana.mx/siglo-xix/dificultades-para-la-consolidacion-de-un-proyecto-de-nacion.

Primeras Reformas liberales
 
1. Supresión de las órdenes monásticas y de todas las leyes que autorizaban a la iglesia atender cuestiones que en lo sucesivo serían competencia civil, como el contrato de matrimonio.

2. Abolición de los privilegios de la Iglesia y el ejército.

3.Libertad de opinión y supresión de las leyes represivas contra la prensa.

4. Mejora de la instrucción de las clases populares cesando el monopolio de la iglesia en educación.

5. Supresión de la Universidad Pontificia de México, creación de la Dirección General de Instrucción Pública y nuevos centros docentes.

6. Limitación a la organización de la milicia de los estados.

7. Reconocimiento y consolidación de la deuda pública; designación de fondos para pagar los intereses e hipotecas para amortizarlas más adelante.

8. Garantía de la integridad del territorio por la creación de colonias que tuviesen por base el idioma, usos y costumbres mexicanas.

El objetivo de las reformas fue la separación de las funciones de la Iglesia y del Estado, y subordinar la primera a la segunda con medidas como: eliminación del cobro del diezmo, la secularización de los bienes de las misiones de California, y la desamortización de los bienes del clero.

Con relación al ejército se ordenó la disolución de todos los cuerpos armados que se hubieran sublevado contra el gobierno, se redujo el número de jefes y oficiales del ejército, así como el de regimientos y se formaron las milicias o guardias nacionales con elementos del pueblo.

Las reformas afectaban los intereses políticos y económicos de la Iglesia y el Ejército, generando su descontento y exigiendo el regreso de Santa Anna a la presidencia y la suspensión de las reformas. Santa Anna expulsó del país a Gómez Farías y a varios liberales más y convocó a un nuevo Congreso dominado por los conservadores.

 
Federalismo y Centralismo



ENTRADA DE ITURBIDE



Analogía

El 27 de septiembre de 1821. Once años once días desde el grito dado en el pueblo de Dolores , entró en México el ejército Trigarante e Iturbide, sus patrocinadores,  y el pueblo tenían mucho que celebrar. Iturbide festejaba el triunfo de su usurpación. Sus patrocinadores se alegraban porque sus intereses estarían a salvo con el nuevo jefe. La tropa estaba feliz porque ya no habría más derramamiento de sangre, y el pueblo celebraba la llegada de la paz y la tranquilidad. Pero toda la euforia de ese día se empezó a desvanecer al día siguiente. Iturbide, al escoger los miembros de la Junta Provisional Legislativa, ¡no incluyó a ningún miembro del movimiento insurgente!

Mención de cada uno de ellos:

1.    Antonio Joaquín Pérez Martínez, obispo de la Puebla de los Ángeles.

2.    Juan de O-Dono ju, teniente general de los ejércitos españoles, Gran Cruz de las Órdenes de Carlos III y San Hermenegildo.

3.    Manuel de la Bárcena, arcediano de la Santa Iglesia Catedral de Valladolid y gobernador de aquel obispado.

4.    Matías Monteagudo, rector de la Universidad Nacional, canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana de México y prepósito del Oratorio de San Felipe Neri.

5.    José Isidro Yáñez, oidor de la Audiencia de México.

6.    Juan Francisco Azcárate, abogado de la Audiencia de México y Síndico segundo del Ayuntamiento Constitucional.

7.    José Espinosa de los Monteros, abogado de la Audiencia de México y agente fiscal de lo civil.

8.    José María Fagoaga, oidor honorario de la Audiencia de México.

9.    Miguel Guridi y Alcocer, cura de la Santa Iglesia del Sagrario de México.

10. Francisco Severo Maldonado, cura de Mascota, en el Obispado de Guadalajara.

11. Miguel Cervantes y Velasco, Marqués de Salvatierra y Caballero Maestrante de Ronda.

12. Manuel de Heras Soto, Conde de Casa de Heras, teniente coronel retirado.

13. Juan Lobo, comerciante, regidor antiguo de la ciudad de Veracruz.

14. Francisco Manuel Sánchez de Tagle, regidor del Ayuntamiento y secretario de la Academia de San Carlos.

15. Antonio Gama, abogado de la Audiencia y colegial mayor de Santa María de todos los Santos de México.

16. José Manuel Sartorio, bachiller clérigo presbítero del Arzobispado.

17. José Manuel Sartorio, bachiller clérigo presbítero del Arzobispado.

18. Manuel Velázquez de León, secretario que había sido del virreinato, intendente honorario de provincia, tesorero de bulas, nombrado en España director de Hacienda pública en México y consejero de Estado.

19. Manuel Montes Argüelles, hacendado de Orizaba.
20. Manuel Sotarriba, brigadier de los ejércitos nacionales, coronel del regimiento de infantería de la Corona y caballero de la Orden de San Hermenegildo.

21. José Mariano Sardaneta, Marqués de San Juan de Rayas, Caballero de la Orden Nacional de Carlos III y vocal de la Junta de censura de libertad de imprenta.

22. Ignacio García Illueca, abogado de la Audiencia de México, sargento mayor retirado y suplente de la diputación provincial.

23. José María Bustamante, teniente coronel retirado.

24. José María Cervantes y Velasco, coronel retirado. Fue Conde de Santiago Calimaya, cuyo título cedió a su hijo don José Juan Cervantes, por ser incompatible con otros mayorazgos.

25. Juan María Cervantes y Padilla, coronel retirado, tío del anterior.

26. José Manuel Velázquez de la Cadena, capitán retirado, señor de Villa de Yecla (España) y regidor del Ayuntamiento de México.

27. Juan Horbegoso, coronel de los ejércitos nacionales.

28. Nicolás Campero, teniente coronel retirado.

29. Pedro José Romero de Terreros, Conde de Jala y Regla, Marqués de San Cristóbal y de Villa Hermosa de Alfaro, gentil hombre de cámara con entrada y capitán de albarderos de la guardia del Virrey.

30. José María Echevers Valdivieso , Marqués de San Miguel de Aguayo y Santa Olaya.

31. Manuel Martínez Mancilla, oidor de la Audiencia de México.

32. Juan B. Raz y Guzmán, abogado y agente fiscal de la Audiencia de México.

33. José María Jáuregui, abogado de la Audiencia de México.

34. Rafael Suárez Pereda, abogado de la Audiencia de México y juez de letras.

35. Anastasio Bustamante, coronel del Ejército de Dragones de San Luis.

36. Isidro Ignacio de Icaza, jesuita.

37. Manuel Sánchez Enciso, abogado de la audiencia.

Finalizado el juramento que este cuerpo legislativo hizo en Catedral, regresaron a Palacio esa noche para decretar el Acta de Independencia del Imperio Mexicano.

 Documento que contiene expresiones contrarias a las del Plan de Iguala. Luego procedió al nombramiento de la regencia, cuyos miembros, por acuerdo de Iturbide y O'Donojú, debían ser 5, en vez de 3, según el tratado de Córdoba. Resultaron electos Iturbide, como presidente, O'Donojú, Manuel de la Bárcena, oidor José Isidro Yánez y Manuel Velázquez de León. Como era incompatible el cargo de presidente de la regencia con el de presidente de la junta, se depositó éste en el obispo de Puebla Antonio Pérez, pero se acordó que Iturbide tuviese el honor de la precedencia siempre que concurriese a las sesiones de la junta. Esta, por aclamación, nombro a Iturbide generalísimo de las armas del imperio, le señaló un sueldo de 120 mil pesos anuales, un millón de capital propio, asignado sobre los bienes de la extinta Inquisición Y un terreno de 20 leguas cuadradas de los baldíos de Texas.

Se enumeraron cada uno de ellos, para comprobar quien obtuvo la independencia verdaderamente. No la adquirió el pueblo, no la ganó el ejército de Morelos.

 La obtuvieron los mismos que por once años no la quisieron; aquellos que estaban dispuestos a invertir todo el dinero que fuera necesario para evitar que las castas y algunos criollos de buena voluntad, a quienes ellos tanto despreciaban, llegaran a conducir los destinos de la nación.
Tal vez los insurgentes no habían perdido las esperanzas de formar parte del nuevo gobierno, sabiendo que aún faltaban los nombramientos de la Regencia. ¡Oh, sorpresa! Entre los cinco integrantes del cuerpo ejecutivo, Iturbide no designó a ninguno de ellos, y para untar más sal a la herida, el Acta de Independencia dice entre otras cosas:
"Que un genio superior a toda admiración y elogio, amor y gloria de su patria, principió en Iguala, prosiguió y llevó al cabo, arrollando obstáculos casi insuperables."

Con un plumazo, Iturbide y sus secuaces borraron once años de sufrimientos, persecuciones y exterminación. Lo que los nuevos dueños del país decían era que el movimiento independentista de Morelos no triunfó, porque estaba dirigido por el bajo clero, oficiales del ejército de muy poco rango y la plebe. En contraste, continuaban, la "revolución" de Iturbide llegó a feliz término, porque estuvo auspiciada por el alto clero, el alto mando del ejército y la nobleza mexicana. No les faltaba razón a esas personas. La diferencia la marcó el capital y la influencia de estos últimos.
Más no todo era miel sobre hojuelas para Iturbide y sus patrocinadores. Al disiparse los vapores de la embriaguez que el fin de la guerra trajo consigo, cada sector de la población se fue dando cuenta que el "genial" Plan de Iguala no era más que una quimera. No tenía aplicación práctica. 

Los insurgentes ya se habían desencantado cuando conocieron a los integrantes del nuevo gobierno. Ahora les tocaba el turno a los barzonistas. Cuando cayeron en cuenta que al artículo 4º del Plan de Iguala Iturbide le había hecho una pequeña, pero importante adición en el Tratado de Córdoba, el que a la letra decía:

"Y por renuncia o no admisión de éste, el que las Cortes del Imperio designen...”
Ya no decía,
"o cualquier otro miembro de casa reinante que estime conveniente el Congreso."

Cuando Iturbide se dio cuenta que ninguno de los príncipes iba a aceptar venir a gobernar a un pueblo "bárbaro e incivilizado", decidió aprovechar esa ventana de oportunidad que se abría para que fuera él quien ocupara el trono.

Mas, como Iturbide no pertenecía a ninguna casa reinante, no podía sentarse a la mesa puesta por los barzonistas, si no le cambiaba a el que las Cortes del Imperio designen. Al notar el engaño, los barzonistas y los mismos conspiradores de la profesa se pusieron inmediatamente a la defensiva. Hicieron todo lo posible por obstaculizar el arribo al trono del jefe supremo.

 Los republicanos no se quedaron atrás. Desde sus curules en el Congreso, hacían todo lo que estaba en su poder para evitar que Iturbide adquiriera más poder. Algunos estaban dispuestos hasta a asesinarle.

LICEAGA, José Ma de: Adiciones y rectificaciones a la historia de México que escribió Don Lucas Alamán, Editor E. Serrano, Guanajuato, 1870.
PEREZ VERDIA, Luis: Compendio de la historia de México desde los primeros tiempos hasta la caída del segundo imperio, Librería española de Garnier hermanos, Paris, 1892
PAULA de ARRANGOIZ, Francisco de: Méjico desde 1808 hasta 1867, Imprenta a cargo de D. A. Pérez Dubrull, Madrid, 1871.
HALSTEAD VAN TYNE, Claude: The Loyalist in the American Revolution, Peter Smith, New York, 1929.
BONWICK, Colin: The American Revolution, University Press of Virginia, Charlottesville, 1991. 


“México después de su Independencia”

Escrito por Miguel Lerdo de Tejada, en la década de los cincuenta del siglo XIX

De los seis millones y pico de habitantes que, según el último censo, contenía el territorio de la Nueva España al hacerse independiente, muy cerca de cuatro millones pertenecían a la raza indígena pura, uno a la europea, y poco más de otro millón se componía de la mezcla de ambas razas.

Los indígenas vivían entregados a los trabajos del campo y a algunas artes toscas, sin tener con las otras razas más relaciones que aquellas que les imponía el estado de verdadera servidumbre a que estaban sujetos.

De la parte mixta de la población había algunos individuos ocupados en las labores de la agricultura, en la minería, en las artes y el comercio, así como en el ejército y en el servicio eclesiástico.

Los individuos de la raza europea, y aun algunos de la mixta que estaban unidos a ellos por lazos de familia, eran los que formaban la clase suprema de la sociedad de México[…].

Este conjunto de tan heterogénea población [estaba] educada bajo el doble yugo de la superstición […].

Por lo menos, cuatro quintos de los habitantes del suelo mexicano ignoraban que existiera en el mundo una cosa que se llamaba abecedario, y el resto no había recibido otra instrucción que la primaria, la cual estaba reducida entonces a leer, escribir y contar medianamente, y aprender de memoria el catecismo del Padre Ripalda, en el que se inculcaba la idea de una obediencia ciega a la autoridad del rey y del Papa.

Respecto del bienestar material, la desigualdad de fortunas era verdaderamente escandalosa.

En la sociedad de México puede decirse que no había entonces más que dos clases, una muy rica y otra muy pobre, pues en medio de la decadencia de las artes, y por la falta absoluta de empresas agrícolas, industriales y mercantiles, lo que podía llamarse clase media, se componía únicamente de los comerciantes, de uno que otro artesano, de los abogados y médicos de escasa fortuna, y de los empleados subalternos en todas las diversas órdenes del Estado.

La producción de la riqueza agrícola estaba fuertemente gravada con los diezmos y primicias que recaudaba la iglesia, la que también cobraba al pueblo diversas contribuciones por todos los actos más importantes de la vida del cristiano, desde su nacimiento hasta su muerte […]. Por último, debe agregarse que toda la población de México, incluso el ejército, estaba sometida a un clero […].

Tal era el estado social de la colonia de la Nueva España al emanciparse de su metrópoli […].

Acabas de leer algunos puntos sobre el análisis de la sociedad mexicana al finalizar la guerra de Independencia, realizado por un destacado político liberal de la segunda mitad del siglo XIX. Si bien menciona algunos términos que ya no se utilizan en el presente, por ejemplo, el de raza; de forma general, Lerdo de Tejada expone de manera muy ilustrativa las grandes diferencias sociales y el escenario económico en México durante sus primeros años de vida independiente, los dos ejes de esta sesión.

¿Cómo crees que se vio afectada la economía y la sociedad en México después de once largos años de lucha independentista?

¿De qué manera ocurrió la movilidad social en una nación que se encontraba en plena formación política, económica, social y cultural?

Cuando México logró emanciparse de España en 1821, además del consenso al que tuvieron que llegar los grupos de poder para reorganizarse políticamente, se debieron tratar con urgencia diversas cuestiones en lo económico, social y en las relaciones diplomáticas con otros países; por sólo referirse a algunos rubros de la vida y marcha de un país.

El recuento de los daños tras una guerra que duró poco más de una década, si bien con diferencias en su magnitud entre las regiones en las que se desarrolló, el estado general era verdaderamente grave.

La hacienda pública se encontraba en bancarrota; el comercio sufría graves afectaciones derivadas en gran medida de la destrucción de caminos y rutas comerciales que ocasionaron las distintas batallas y enfrentamientos armados.

Asimismo, la producción de bienes de consumo se vio trastocada en esos años convulsos; por lo que era lógico que al iniciar México su vida independiente, la mayoría de la población de este extenso territorio, tuviera dificultades para acceder, incluso, a los productos básicos para cubrir las necesidades del diario acontecer.

La clase dirigente se vio obligada a recurrir a los préstamos con naciones extranjeras. Esto ocasionó que, con el paso del tiempo, México se convirtiera en un país endeudado y con poca posibilidad de maniobra económica en sus relaciones diplomáticas.

La conformación social que existía en los primeros años de la vida independiente de México era una herencia del pasado virreinal, pues los hombres que gobernaban y administraban el país, por lo general, pertenecían a un nivel económico alto y/o estable, con todo lo que ello implica; mientras que los mestizos e indígenas, que conformaban al grueso de la población, cuyas ocupaciones se concentraban en el campo, vivían con profundas carencias y enfrentaban enormes dificultades para sortear su cotidianeidad.

El crecimiento poblacional sucedió de modo lento. La distribución fue desigual por factores como el de la lejanía o cercanía que existía con la Ciudad de México o con las ciudades que habían tomado importancia desde el Virreinato, tales como Puebla, Guadalajara y Veracruz.

Algunas regiones del norte también experimentaron cierto aumento en su población; mientras que el Pacífico norte y el Golfo de México mantuvieron pocos habitantes.

Para conocer más sobre la vida de la población en el siglo XIX observa el siguiente video del minuto 01:02 al 02:21; del 05:29 al 08:54 y del 10:21 al 12:05.

De la consumación de la Independencia al inicio de la Revolución mexicana (1821-1911)


Durante los primeros años de vida del México independiente la quiebra en la hacienda pública provocó, entre otras cosas, la imposibilidad de cubrir los gastos del ejército y de los empleados del gobierno.

Como se menciona, en las primeras administraciones de México, la elite gobernante recurrió a préstamos con naciones extranjeras como Gran Bretaña, España, Francia y Estados Unidos de América que, más que representar una solución, se tradujeron en deudas insostenibles que posteriormente provocaron, entre otras cosas, la intervención armada de potencias europeas.

Algunos centros productivos, como las haciendas y minas, quedaron en el abandono porque sus propietarios, por lo general peninsulares, huyeron de la guerra de Independencia y regresaron a sus lugares de origen.

Por tanto, las actividades minera y agrícola quedaron fracturadas; y no era para menos, pues como advierte el historiador Jaime Rodríguez: “las minas de plata servían como motores del crecimiento económico, fomentando la expansión de la agricultura, el comercio y la industria”. Además, con la ausencia de ese grupo de propietarios, se había dado una pérdida de capital, el dinero se había sacado del territorio, lo cual se resintió desde 1810 y cuando concluyó la guerra en 1821 el panorama no había cambiado, al contrario, se había acentuado.

El desempleo y escasez de trabajo eran una constante debido a los factores anteriores, así como por la destrucción de los obrajes en la lucha independentista y los obstáculos para conseguir materia prima para echarlos a andar y distribuir las mercancías.

El gobierno mexicano impuso tarifas arancelarias y financió la modernización de la industria textil, no obstante, este sector no pudo sobreponerse a la crisis en que estaba hundida debido, otra vez, a la escasez de capital.

Entre 1810 y 1821 los pequeños propietarios sufrieron el despojo de sus tierras. De poder producir sus propios cultivos y ponerlos a la venta, pasaron a una producción exclusivamente de autoconsumo. También se dejaron de ocupar grandes extensiones de tierra para los cultivos que en otros tiempos habían sido redituables. Los principales productos de exportación continuaron siendo como en la etapa virreinal, los metales preciosos, especialmente la plata.

La destrucción o afectación de rutas comerciales y, en general de diversos caminos, provocó diferentes problemáticas, no sólo de tipo económico sino también social. Los asaltantes de caminos y el incremento de los actos delictivos de mano de bandidos o forajidos ocasionaron una situación de inseguridad. En suma, transitar de un punto a otro era muy difícil y peligroso.

Con los elementos que se han trazado se puede afirmar que, en efecto, fue un reto sostener la economía en México y reestablecer un orden social después de la ruptura con la política virreinal que había durado casi trescientos años.

En el aspecto social, como que ya se mencionó en el texto que leíste al inicio de esta sesión, de la autoría de Miguel Lerdo de Tejada.

La configuración social en los primeros años del México independiente se perfiló por una aguda desigualdad entre los distintos grupos, grosso modo: españoles y criollos, mestizos e indígenas.

Alrededor de cuarenta por ciento de la población era mestiza, otro tanto se integraba por comunidades indígenas, casi 20 por ciento eran criollos, había una minoría de europeos y otra de afroamericanos descendientes de esclavos.

Los contrastes entre riqueza y pobreza, entre hacendados y peones, entre aristócratas, clases medias y leperos eran evidentes. El clero secular y regular, el ejército, las milicias cívicas, los comerciantes, los terratenientes, los grupos financieros y los miembros de la clase política dominaban al resto de la sociedad.

El territorio nacional, en 1821, abarcaba más de 4 500 000 kilómetros cuadrados, extendiéndose en el norte hasta California, Nuevo México y Texas, y, hacia el sur, se prolongaba hasta Centroamérica. En el transcurso de las siguientes tres décadas, el país quedó reducido a menos de la mitad de su extensión original, con motivo de la separación de América Central y Texas, la guerra de 1847 y la venta de la Mesilla en 1853.

La población estaba distribuida de forma desigual, con una mayor concentración en el centro y sur del país y zonas relativamente despobladas en las provincias del norte y en los litorales, exceptuando los puertos marítimos o el cruce de caminos.

Esa dinámica se explica por las características geográficas y por el desarrollo cultural que fue adquiriendo y distinguiendo a una región de otra, tanto antes como después de la llegada de los europeos a este vasto territorio.

En los primeros años del México independiente, el aumento poblacional sucedió de manera paulatina. En 1820 había 6 204 millones de habitantes, mientras que, en 1827, la cifra había aumentado a 8 millones.

El desplazamiento de la población se dirigió hacia las ciudades. La más solicitada fue la Ciudad de México, así como Puebla, Guadalajara y Veracruz, que desde antes de la Independencia se habían configurado como centros de población de relevancia. Sin embargo, hay que destacar que, durante buena parte del siglo XIX, la mayoría de la población en el país era rural.

Al igual que en el Virreinato, durante el México independiente la Iglesia católica aún ejercía un control de primer orden sobre las conciencias, la filosofía, el arte, la economía, la vida cotidiana y el poder político.

En suma, la manera en que se fue desarrollando la vida económica, social y cultural del México independiente fue decisiva para que, en la segunda mitad del siglo XIX, los liberales cuestionaran tanto el orden de cosas general como la preponderancia religiosa y, más aun, visualizarán y concretarán la posibilidad de transformar su entorno en una sociedad moderna y liberal, tal como se estaba dando en otras naciones.

Como te puedes dar cuenta, fueron muchos los desafíos que enfrentaron los mexicanos cuando se volvieron libres.

No sólo tuvieron que decidir el tipo de gobierno que mejor podría orientar los caminos de una nueva nación, sino que tuvieron que enfrentar la crisis económica que en gran medida había sido una de las secuelas del enfrentamiento entre insurgentes y realistas; pensar en el tránsito de una sociedad tradicional a una que también estuviera acorde a los aires de libertad e independencia alcanzados en 1821.

Asimismo, fue bastante difícil tratar de gobernar un nuevo país territorialmente tan extenso y diverso.

La crisis económica después de la Guerra de Independencia




Algo para recordar...

1822 el año que fuimos Imperio



Amenaza de reconquista y necesidad 
de reconocimiento internacional



Colonización del Norte




Independencia de Texas
1836


Aprendizaje esperado: Identifica las Identifica las Causas y consecuencias de las Intervenciones extranjeras en México.

Cuando se firmó su independencia, el territorio mexicano era dos veces mayor de lo que es hoy en día.

México tiene una extensión de 1,973 millones de kilómetros cuadrados y es el decimotercer país más grande del mundo. Sin embargo, alguna vez su territorio ocupó un área más de dos veces mayor. De hecho, en aquel septiembre de 1821, cuando se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, la nueva nación era inmensa y se extendía desde Panamá y hasta más allá de San Francisco.

El gran optimismo que rodeaba la separación del antiguo virreinato de la Corona Española hizo que incluso otros territorios quisieran formar parte del nuevo Estado. Así, el Imperio Mexicano llegó a ocupar un área de casi 5 millones de kilómetros cuadrados en 1822. Sin embargo, en 1823 Agustín de Iturbide abdicaría como emperador de México, y a partir de ese momento comenzaría en el país una época de gran inestabilidad política que duraría más de medio siglo. En los siguientes 50 años, debido a invasiones extranjeras o a movimientos independentistas en distintos regiones, México perdería más de la mitad de la extensión territorial que alguna vez ocupó. A continuación presentamos todos los territorios (y países enteros) que también podrían celebrar su independencia el 16 de septiembre.

América Central

La Nueva España había sido el territorio más rico de todo el imperio ibérico, por lo que en 1822 existían grandes expectativas respecto a su futuro como Estado independiente. Este optimismo hizo que la Capitanía General de Guatemala (que recientemente había conseguido su libertad) decidiera incorporarse al Imperio Mexicano. También conocida como Reino de Guatemala, dicha Capitanía ocupaba el territorio de los actuales países de Guatemala, Honduras, Belice, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. 

Territorio del Imperio Mexicano en 1822.

Sin embargo, y tras la caída de Iturbide, optaron por separarse de México nuevamente y conformar las Provincias Unidas del Centro de América. Esta confederación se transformaría después en la República Federal de Centroamérica, para después separarse en las repúblicas que conocemos hoy en día.

Países que componían la Capitanía General de Guatemala

Texas durante la época colonial

Ilustración de El Álamo como la misión imaginada en 1883.
Por William Ludwell Sheppard (1833-1912).
Misión de San Antonio de Valero

El territorio que comprende el estado de Texas formó parte del imperio Español desde 1535 cuando fue descubierta por Alvar Núñez Cabeza de Vaca, explorador español.

Durante la época colonial, las autoridades fundaron cuatro presidios y diez misiones, de las cuales solo una logro sobrevivir: San Antonio de Valero y su presidio adjunto llamado San Antonio de Béjar fundados en 1718. La primera colonia civil en la provincia de Texas estuvo formada por 16 familias y cuatro solteros provenientes de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias): 56 personas en total. Origen de lo que después fue la ciudad de San Antonio, capital de Texas.

Fuente: portalacademico.cch.unam.mx


Causas y consecuencias de la Ocupación de Texas

¿Por qué perdimos Texas?  creado por: Bully Magnets 


Conflictos territoriales entre España y los Estados Unidos

Desde inicios de los años 1800, los Estados Unidos de América disputaron a España el territorio norte de la Nueva España, tomando como pretexto la poca claridad en los límites territoriales de ambos países. En 1808 España decretó los límites de Texas: al sur en el río nueces, al noroeste hasta el río Medina y por su corriente hasta el paralelo 100 grados.

Para frenar la expansión de los Estados Unidos, España aceptó firmar el “ Tratado de amistad, arreglo de diferencias y límites entre su Majestad Católica y los Estados Unidos de América” y accedió la Florida Occidental. En el tratado se ofreció a los españoles que vivían en los territorios perdidos, vivir en Texas. En 1820 se otorgó el permiso a Moisés Austin para establecerse en Texas con 300 familias. El gobierno español autorizó a los colonos más de 400 hectáreas de tierra por familia y exención de impuestos, con las siguientes condiciones: prohibición de vender las tierras, ser católicos, no introducir esclavos, hablar el idioma español y acatar la constitución española. Estas condiciones atrajeron a muchos colonos sobre todo estadounidenses y emigrantes europeos.

A cambio, Estados Unidos renunció a los reclamos sobre Texas y ganó la posibilidad de reclamar territorio hasta el océano Pacífico (transcontinental).

El Texas mexicano

En 1822, el gobierno mexicano ratificó las mismas condiciones para los colonos texanos. Los cuales nunca respetaron: vendían las tierras, eran protestantes, importaban esclavos y hablaban inglés.

Con la Constitución de 1824, Texas formó parte del Estado de Coahuila, generando malestar entre los texanos por una supuesta pérdida de autonomía y obstaculización a su desarrollo económico. Ante esta situación y apoyados en el informe del general Manuel Mier y Terán, el Congreso del país promulgó en 1830 una nueva “Ley de Colonización” que trataba de regular la entrada más colonos extranjeros. Al mismo tiempo que trataban de estimular la migración de colonos mexicanos hacia Texas, con nulos resultados.

Colonos de América del Norte, siglo XIX

La nueva Ley de colonización causó malestar entre los colonos texanos acostumbrados a regirse bajo sus propias normas. En 1832 los colonos convocan a una Asamblea donde exigen separación de Coahuila, la abolición de la prohibición de entrada de norteamericanos, una prórroga de exención de impuestos y la expedición de títulos de propiedad para colonos “ilegales”. En 1833 se realizó una convención anglo-texana solicitando la redacción de una Constitución texana a cargo de Samuel Houston.

Territorio de México tras la independencia de la República de Texas

Tras la independencia de México, el territorio texano pasó a formar parte del estado de “Coahuila y Texas”. Sin embargo, su población (la mayoría de origen angloamericano) empezó a estar cada vez más inconforme con las leyes mexicanas, especialmente porque éstas prohibían la esclavitud. En 1832 estalló la primera revuelta, pero fue la proclamación de la constitución centralista en 1835 (que reducía la autonomía de los estados) lo que desencadenó la guerra por la independencia de Texas.

Independencia de Texas

A pesar de que el gobierno mexicano aceptó las exigencias de los colonos, los texanos encabezados por Samuel Houston y un grupo de anexionistas, declararon su independencia en 1836, con el pretexto estar en contra del gobierno centralista impuesto en México, apoderándose de San Antonio Béjar y de El Álamo.

Paralelamente el gobierno de Estados Unidos establece tropas militares en la frontera de Texas con el pretexto de cuidar la integridad del territorio estadounidense y el gobierno mexicano, liderado por Santa Anna organizó un ejército de aproximadamente 6 mil hombres para enfrentar la rebelión.

En marzo de 1836 el ejército mexicano tomó El Álamo fusilando a los defensores del fuerte, así como a los prisioneros capturados. Santa Anna dividió a su ejército en tres secciones, al mando de una de ellas salió en persecución de Samuel Houston hasta el río San Jacinto donde decidió descansar. Allí fue sorprendido y, después de una batalla donde perdieron la vida 500 soldados, fue apresado por el general Houston.

Cuadro: Rendición de Santa Anna a Samuel Houston.

El presidente mexicano a cambio de su vida, firmó los Tratados de Velasco, donde se comprometía a no tomar las armas contra Texas, a apoyar su independencia, a reconocer los límites hasta el río Grande (río Bravo) y a suspender las operaciones bélicas. A pesar de que Santa Anna era un prisionero, el general Vicente Filísola acató las órdenes de retirar las tropas mexicanas. Apoyados por el gobierno estadounidense, quienes proporcionaron armas, dinero y voluntarios, declararon en Washington la Independencia de la República de Texas el 2 de marzo de 1836.


                         

 1836 Tratados de Velasco    14 Mayo 1836

Los dos tratados de Velasco fueron negociados entre los funcionarios del gobierno interino de la república Tejas y Santa Anna, el dictador mejicano y comandante de las fuerzas armadas, cerca de tres semanas después de su captura por el Tejanos en la batalla de San Jacinto. El tratado "público", presentado abajo, debía ser publicado y puesto en ejecución inmediatamente después que fue firmado.

Un segundo tratado "secreto" debía ser puesto en ejecución después de que los términos del tratado público fueran satisfechos. Esencialmente, el tratado secreto previo el lanzamiento inmediato de Santa Anna en el intercambio para su reconocimiento de Tejas como nación independiente.

Sin embargo, los tratados pronto fueron violados por ambas partes. Mientras tanto, el gobierno mejicano declaró nulos todos los actos de Santa Anna mientras estaba en cautiverio. Los tratados establecieron libremente la frontera meridional de Tejas en el Río Grande, pero esta situación sería resuelta hasta 1848 --con la conclusión de la guerra mexicana.

Artículos de un convenio celebrado entre S. E. el Gral. en Jefe del Ejercito de operaciones Presidente de la República Mejicana D. Ant. López de Santa Anna por una parte, y S. E. el Presidente de la República de Tejas D. David G. Burnet por la otra parte.

Tratado público 

Artículo 1o

El Gral. Antonio López de Santa Anna se conviene en no tomar las armas ni influir en que se tomen contra el Pueblo de Tejas durante la actual contienda de Independencia.

Artículo 2o

Cesaran inmediatamente las hostilidades por mar y tierra entre las tropas mejicanas y Tejanas.

Artículo 3o

Las tropas Mejicanas evacuaran el territorio de Tejas, pasando al otro lado del Rio Grande del Norte.

Artículo 4o

El Ejercito Mejicano en su retirada, no usara de las propiedades de ninguna persona sin su consentimiento y justa indemnización, tomando solamente los artículos precisos para su subsistencia no hallándose presente los dueños y remitiendo al Gral. del Ejercito tejano o a los comisionados para el arreglo de tales negocios, la nota del valor de la propiedad consumida, el lugar donde se tomo, y el nombre del dueño si se supiere.

Artículo 5o

Que toda propiedad particular incluyendo ganados, caballos, negros esclavos, o gente contratada de cualquier denominación que haya sido aprehendida por una parte del Ejercito Mejicano, o que se hubiere refugiado en dicho Ejercito desde el principio de la ultima invasión, será devuelta al Comandante de las fuerzas Tejanas, o a las personas que fueren nombradas por el Gobierno de Tejas para recibirlas.

Artículo 6o

Las tropas de ambos Ejércitos beligerantes no se pondrán en contacto, y a este fin el Gral. Tejano cuidara que entre los dos campos medie una distancia de cinco leguas por lo menos.

Artículo 7o

El Ejercito Mejicano no tendrá mas demora en su marcha, que la precisa para levantar sus hospitales, trenes, etc. y pasar los ríos, considerándose como una infracción de este convenio la demora que sin justo motivo se notare.

Artículo 8o

Se remitirá por expreso violento este convenio al Gral. de División Vicente Filisola y al Gral. T. J. Rusk, Comte. del Ejercito de Tejas, para que queden obligados a cuanto les pertenece y que poniéndose de acuerdo convengan en la pronta y debida ejecución de lo estipulado.

Artículo 9o

Que todos los prisioneros tejanos que hoy se hallan en poder del Ejercito mejicano, o en el de alguna de las autoridades del Gobierno de Méjico, sean inmediatamente puestos en libertad y se les den pasaportes para regresar a sus casas, debiéndose también poner en libertad por parte del Gobierno de Tejas, un número correspondiente de prisioneros Mejicanos del mismo rango y graduación y tratando al resto de dichos prisioneros Mejicanos que queden en poder del Gobierno de Tejas con toda la debida humanidad, haciéndose cargo al Gobierno de Méjico por los gastos que se hicieren en obsequio de aquellos, cuando se les proporcione alguna comodidad extraordinaria.

Artículo 10

El Gral. Antonio López de Santa Anna será enviado a Veracruz tan luego como se crea conveniente.

TRATADO SECRETO

Puerto de Velasco de Velasco, de mayo el 14 de 1836. Antonio López de Santa Ana, General-en-Jefe del ejército de operaciones, y presidente de la república de México, antes del gobierno establecido en Tejas, se promete solemnemente para satisfacer las estipulaciones contenidas en los artículos siguientes, en cuanto las preocupaciones mismas:

1.-No tomará en armas, ni los hará tomarse, contra la gente de Tejas, durante la actual guerra para la independencia.

2.-Dará sus órdenes para que en el tiempo más corto las tropas mejicanas puedan dejar al territorio de Tejas.

3.-Preparará las materias en el gabinete de México, de que la misión que se pueden enviar el titular por el gobierno de Tejas pueden ser recibidas bien, y que por medios de negociaciones pueden ser colocadas todas las diferencias, y la independencia que ha sido declarada por la convención puede ser reconocida.

4.-De conformidad y armisticio, los límites, que serán establecidos entre México y Tejas, no se extenderán más allá de la Río Bravo del Norte.

5.-El general Santa Ana partirá a Vera Cruz con el fin de efectuar sus contratos solemnes, el gobierno de Tejas preverá su embarco inmediato para el puerto dicho.

6.-Es obligatorio que una parte, como la otra, firmen por duplicado, haber guardado la parte restante hasta que las negociaciones habrán sido concluidas, cuando sea restaurado el general Santa Ana ningún uso de él debe ser hecho antes, a menos que haya una infracción por cualquiera de los contratantes.

Y para la constancia y efectos consiguientes, lo firman por duplicado las partes contratantes en el Puerto de Velasco a 14 de Mayo de 1836.

David G Burnet

Ant. López de Santa Anna

Jas Collinsworth, Sec of State

Bailey Hardeman, Secy of Treasury

T W Grayson, Atty General

Ant. López de Santa Anna

David G Burnet

Jas Collinsworth, Secretary of State

Bailey Hardeman, Secy of Treasury

T W Grayson, Atty General

Planes de la Nación Mexicana. Libro tres. México. Senado de la República-COLMEX. 1987

Fuente: portalacademico.cch.unam.mx


Tras un año, el estado obtuvo se separó. Así, Texas viviría como una república independiente entre 1836 y 1845, antes de pasar a ser parte de los Estados Unidos.

Alta California y Nuevo México

Después de manejarse como un país independiente por casi diez años, Texas se unió a los Estados Unidos en 1845. Esta acción provocó la declaración de guerra de México a su antiguo territorio. Comenzaría así la guerra Mexicano-Americana que, tras dos años, concluiría con la derrota mexicana y la firma del tratado de Guadalupe-Hidalgo. Este acuerdo de paz fue firmado el 2 de febrero de 1848, y en él se estipuló la cesión de los territorios de Alta California y Nuevo México a la Unión Americana. 

Fuente: https://travesiasdigital.com.Octubre 7, 2019.Todos los países (y territorios) que alguna vez formaron parte de México. Diego Ávila

Territorio de México tras la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo

Al finalizar la Guerra de México con Texas, el gobierno de Estados Unidos reconoció a Texas como país soberano de manera inmediata y con miras a anexarla a su territorio. El gobierno mexicano no reconoció la Independencia de Texas, siendo considerada una provincia rebelde a reconquistar. Este acto afectó las deterioradas relaciones con Estados Unidos y fomento más su expansionismo justificado en la “Doctrina Monroe”.

El Congreso de Estados Unidos aprobó la anexión de Texas en 1845 reclamando a México el Estado de Coahuila y presionando para comprar California y Nuevo México. Estos hechos dieron origen a un conflicto mayor que culminó con la invasión de las tropas estadounidenses a México, una de las guerras más injustas de la historia.

Fuente: portalacademico.cch.unam.mx


La Guerra de los pasteles y la pierna de Santa Anna


La Guerra de Invasión Estadounidense
creado por Bully magnets

La Mesilla

Después de haber logrado extender su frontera hasta el Océano Pacífico, la nueva prioridad de los Estados Unidos fue consolidar su dominio sobre sus nuevos territorios, y la mejor manera de lograrlo era construir un ferrocarril. Sin embargo, pronto descubrieron que el terreno al sur de Arizona era demasiado montañoso para esta tarea, por lo que el presidente Franklin Pierce le expresó al gobierno mexicano su intención de adquirir más del territorio del país. 

El territorio de La Mesilla está marcado en púrpura.

Ante la amenaza de desencadenar un conflicto, el presidente Antonio López de Santa Anna decidió que era mejor venderle a los estadounidenses el territorio que deseaban, pues México de ninguna manera podría soportar otra guerra con su vecino del norte. De esta manera, el 30 de diciembre de 1853 se firmó en la Ciudad de México la venta de la Mesilla. Este territorio mide poco menos de 77 mil kilómetros cuadrados y se encuentra al norte de Sonora y Chihuahua. Tras su venta, las fronteras territoriales de México adquirieron los límites que conservan hoy en día.

Mapa de México en el siglo XX, ya con sus límites actuales

Fuente: https://travesiasdigital.com.Octubre 7, 2019.Todos los países (y territorios) que alguna vez formaron parte de México. Diego Ávila


Antes y Después de las Intervenciones extranjeras México



Fuente: vallebaeza.wordpress.com

1ª Invasión francesa
   Ataque a San Juan de Ulúa, Veracruz

“El barón Antoine Deffaudis demandaba el pago de 600 mil pesos, pero ante la negativa del ministro mexicano, renunció a su cargo. No obstante, el gobierno francés apoyó al barón, rompió relaciones diplomáticas con México en abril de 1838 y encargó al comandante Bazoche el mando de una flota.”
Susana M. Delgado
Libro: Historia de México: El Primer Imperio,
el Segundo Imperio, la República restaurada,
el Porfiriato.

La Guerra de  los Pasteles

Del 16 de abril de 1838 al 9 de marzo de 1839, tuvo lugar el primer conflicto bélico entre Francia y México que mantuvo los puertos mercantes mexicanos bajo bloqueo de los buques de guerra franceses, por más de ocho meses, para presionar al gobierno mexicano a ceder a sus demandas, hasta la declaración de guerra.


El 27 de noviembre de 1838 los franceses abrieron fuego contra la fortaleza de San Juan de Ulúa y la tomarían, y el 5 de diciembre atacaron el puerto de Veracruz. Esta primera invasión francesa se conocida como la “Guerra de los Pasteles” [1]. El conflicto ocurrió durante el segundo mandato presidencial de Anastasio Bustamante 


y dentro de la etapa histórica de México conocida como centralismo.

Desde la proclamación de la independencia de México en 1821, pasando por el frustrado Imperio de Iturbide, la transición del triunvirato, hasta el establecimiento de la república, el país fue el centro de atención, principalmente de tres potencias europeas: España, Inglaterra, Francia, así como de los Estados Unidos (EUA). 


España no renunciaba a la idea de recuperar “su colonia" fuente inagotable de recursos y mano de obra explotada; Inglaterra, en la competencia con EUA, se centraba en el comercio y la repatriación de las ganancias de sus compañías.

Los Estados Unidos desde su conformación como nación, instauraron el principio de su política exterior la Doctrina Monroe.

1823
El Presidente Norteamericano James Monroe, establece una doctrina que resalta la confianza en el porvenir de Estados Unidos como potencia mundial.

para respaldar su carácter expansionista, acabando con los sueños del imperio español en América y mandando claro mensaje de lo que consideraban “sus dominios” a las demás potencias europeas; por su parte Francia estaba involucrada en los aspectos político y económicos de América Central y las Antillas y su negocio comercial marítimo.

Al interior del país se viven tiempos difíciles en un esfuerzo por consolidar a la nación mexicana y su reconocimiento en el mundo. Desde 1824 en que se consolidó México como Republica Federal democrática y representativa, con Guadalupe Victoria como primer presidente, el proceso fue largo y tortuoso; se viviría una época de intrigas y conspiraciones, entre bandos que poco a poco se conformarían en dos partidos: el conservador o clerical, que promovía un gobierno centralista, y el liberal, defensor de una república federal y contra el dominio de las corporaciones (clero, militares, empresas extranjeras).

La constitución de 1824

La Constitución de 1824 tuvo un sentido y una estructura más político jurídica que social. Se ocupó más de la organización política de la República, que de atender la situación social de su población, 
estuvo conformada por siete títulos y 171


La Constitución de 1824 fue un documento de carácter jurídico y político. Se creó tiempo después de que culminara el imperio de Agustín de Iturbide y de que México se declarara una nación independiente. Te presentamos la historia de esta Constitución y algunos de sus artículos que fácilmente pueden situarnos en el contexto de esa época pues, por ejemplo, se reconocía al pueblo mexicano únicamente como católico.

La Constitución de 1824 estaba conformada por 7 títulos y 171 artículos. En su interior se reconocía la existencia de diecinueve estados dependientes del Distrito Federal. La creación de este documento fue influenciada por tres documentos: la Constitución de Cádiz, la Constitución de los Estados Unidos y el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana de 1814.

Esta Constitución fue la primera de México como país independiente, incluso en su primer artículo, podemos leer “La nación mexicana es para siempre libre e independiente del gobierno español y de cualquiera otra potencia.”

El origen de la Constitución de 1824 podemos rastrearlo después de que finalizara el Imperio de Agustín de Iturbide. Luego de esto, hubo un gobierno provisional que convocó a un Congreso Constituyente y que tuvo lugar en 1823. Durante esta reunión, se condensó un conjunto de leyes que dio lugar al Acta Constitutiva de la Federación, para regir al país de manera provisional.

El proyecto de la Constitución Federativa de los Estados Unidos Mexicanos, se inició formalmente el primero de abril de 1824. Esta Constitución pasó por varias etapas como la aprobación el día 3 de octubre, promulgada al día siguiente y publicada el 25, todo el mismo mes. El nombre de este documento quedó como “Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos”.
 
Algunos de los artículos más significativos son los primeros seis pues declaran a México como país libre e independiente, establecen los alcances del territorio, proclama una sola religión, definen los estados de la República y anuncian que el poder será tripartita:

Artículo 1

Aquí se señala que “La nación mexicana es siempre libre e independiente del gobierno español y de cualquiera otra potencia.”

Artículo 2

En este artículo se escribe respecto a México que “Su territorio comprende el que fue el virreinato llamado ante Nueva España, el que se decía capitanía general de Yucatán, el de las comandancias llamadas antes de provincias internas de Oriente y Occidente, y el de la Baja Alta California, con los terrenos anexos e islas adyacentes en ambos mares. Por una ley constitucional se hará una demarcación de los límites de la federación, luego que las circunstancias lo permitan.”

Artículo 3

Este artículo señala que “La religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquiera otra.”

Artículo 5

Aquí se anuncia que “Las partes de la federación son los Estados y Territorios siguientes: el Estado de las Chiapas, el de Chihuahua, el de Coahuila y Tejas, el de Durango, el de Guanajuato, el de México, el de Michoacán, el de Nuevo León, el de Oaxaca, el de Puebla de los Ángeles, el de Querétaro, el de San Luis Potosí, el de Sonora y Sinaloa, el de Tabasco, el de las Tamaulipas, el de Veracruz, el de Xalisco, el de Yucatán y el de los Zacatecas; el Territorio de la Alta California, el de la Baja California, el de Colima, y el de Santa Fe de Nuevo México. Una ley constitucional fijará el carácter de Tlaxcala.”
Artículo 6. Se divide el Supremo Poder de la federación para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo, y Judicial.

Fuente: mexicodesconocido.com.mx

No cesaban los acosos a la recién instaurada nación, que se encontraba en bancarrota e incapacitada para obtener recursos para salir del total endeudamiento en el que estaba sumida, y para hacer frente a los poderes extranjeros; mientras internamente continuaban levantamientos por los posicionamientos encontrados de los partidos en la disputa por el gobierno, distrayendo a las ya de por sí mermadas fuerzas armadas, y se enfrentaba, además, el proceso de independencia de Texas en el norte del país.


En 1827, se celebró un convenio provisional, entre México y Francia bajo el nombre de "Declaraciones Provisionales", que asentaba las bases diplomáticas y comerciales que regirían la convivencia entre ambos países, acuerdo, que no fue ratificado. Los europeos buscaban trato y protección especial.

La invasión francesa se enmarca dentro del intento de Francia de conseguir privilegios económicos en América Latina, con el uso de acciones desestabilizadoras y de intromisión en los aun inestables y recién formadas naciones. Por más de dos años establecieron bloqueos en Buenos Aires, Argentina, con el consabido deterioro económico y financiero del país[3] y en Uruguay en 1837, el bloqueo a las entradas fluviales del Rio de la Plata, propicio la organización de un levantamiento contra el presidente de Uruguay, que junto con el bloqueo marítimo acabó tomando la capital del país.

México había acabado en 1836 la guerra con Texas, y el 28 de diciembre de ese mismo año, finalmente España reconoce la independencia de México, y cuando llega el año de 1838, aún no se había podido concertar un tratado definitivo con Francia, pese a la firma de un nuevo tratado en 1830, y una convención en 1834, el representante francés, el barón Antoine-Louis Deffaudis había abandonado las negociaciones al no coincidir con dos artículos: uno referente a contribuciones en préstamos forzosos impuestos a nacionales y extranjeros, y el otro sobre la suspensión del comercio al menudeo, cuando los intereses de la República lo exigieran[4]. 

En consecuencia, en enero de 1938, Deffaudis abandonó su misión diplomática en México, los comerciantes franceses avecindados en México enviaron con él una serie de reclamaciones sobre la merma de sus ganancias y destrozos ocasionados durante los conflictos internos, el gobierno mexicano había respondido que no sus demandas, negándose a indemnizarlos al ser reclamos cuantiosos y desproporcionados[5]. 

Y Deffaudis regresó a Francia, para volver al poco tiempo en marzo, acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno. Fondearon frente a la Isla de Sacrificios, Veracruz, Deffraudis envió una nota extraordinariamente ofensiva al Gobierno mexicano, con el carácter de “ultimátum” con vencimiento el 15 de abril, amenazando con invadir el territorio mexicano, sí México no cumplía sus condiciones, esto llevo a una controversia diplomática que no tuvo solución, por lo que el comandante M. Bazouche envió un oficio al comandante de Veracruz el general Rincón, anunciando el rompimiento de relaciones entre ambas naciones

Es entonces cuando las amenazas francesas se hicieron realidad, el 16 abril de 1838 se inició un bloqueo naval de las costas mexicanas por fuerzas francesas que reclamaban indemnizaciones, el pago de la deuda externa y además la destitución de un juez, un general y un coronel. La situación en el puerto de Veracruz y San Juan de Ulúa se volvió crítica, informaban los generales Rincón y Gaona: no contaban con dinero para medicinas, no llegaba ayuda para la defensa en caso de ser atacados. La situación del Gobierno de la República, no era menos desconsoladora, mientras intentaba someter a revolucionarios que en diversas partes del país se habían levantado contra Bustamante, sus ingresos ya insuficientes de por sí, se veían reducidos por el bloqueo; mientras, continuaban llegando buques franceses.
 
El 26 de octubre en la fragata “Nereidas” llegó el ministro plenipotenciario de Francia el contra-almirante Charles Baudin, solicitó permiso para trasladarse a la Ciudad de México llegando ahí el 1º de noviembre para iniciar negociaciones, el gobierno mexicano pidió que se suspendiera el bloqueo mientras estas se realizaban, a lo cual se negó y para el día 4 ya estaba de regreso en Veracruz. Las negociaciones continuaban y el 17 de noviembre, y sin suspensión del bloqueo, se reunieron en Jalapa. 

México aceptó pagar los 600,000 pesos y el contra-almirante y atacante, negociador por Francia, renunció a la destitución del juez y los militares, pero añadió en la petición un millón de pesos como indemnización por los gastos incurridos por Francia en el bloqueo; y que la indemnización al comercio francés se reconociera como legal. Las pláticas terminaron el día 19, Baudin reiteró sus peticiones poniendo como límite el día 27 de noviembre, se regresó a Veracruz llegando el día 21, Entre las demandas presentadas, se exigía la indemnización por los saqueos y destrucciones, ya fuera por parte del pueblo o los partidos beligerantes, que habían sufrido los súbditos franceses, dentro de estas, se encontraba el reclamo de un pastelero francés de nombre Remontel cuyo negocio se situaba en Tacubaya, Ciudad de México, mismo que supuestamente había sido saqueado y arruinado en 1828 (10 años antes) por oficiales mexicanos durante el gobierno de Santa Anna. Remontel reclamó al gobierno mexicano una absurda indemnización de 60 mil pesos (una suma realmente exagerada para la época). 

Por este motivo es que a esta intervención militar se le conoce en México como la “Guerra de los Pasteles” [6]. Debido a esto México decide nuevamente no ceder ante los reclamos, carentes de sustento legal, y el día 27 de noviembre de 1838, ante las infructuosas negociaciones de México por llegar a un arreglo, Baudin, efectivamente abrió fuego sobre San Juan de Ulúa[7]. Santa Anna llego al día siguiente y fue comisionado para revisar los daños, consideró prudente la capitulación.

La noticia causó gran indignación en el país, el gobierno ordenó a Rincón entregar el mando a Santa Ana, y declaró la guerra a Francia, aumento el ejército y ordenó la salida de los súbditos franceses. Mientras continuaba el arribo de buques franceses, Baudin volvió a proponer aceptaran sus condiciones, pero el ataque a Veracruz se efectuó y el general Rincón decidió defender la plaza.

La guerra culminó el 9 de marzo de 1839, firmándose ese día en Veracruz el Tratado de Paz entre México y Francia. Dentro de este tratado el gobierno mexicano se comprometió a pagar 600,000 pesos de indemnización para los residentes franceses, pero se negó a conceder el tratado que exigían en 1827, se ofreció al gobierno francés el mismo trato comercial que se daba a otros países, el cual no incluía la libertad para comerciar al menudeo[8].

La invasión francesa fue un plan desestabilizador que aprovechaba las condiciones difíciles e inestables del país: Al bloqueo, siguió la expedición de Baudin: el bombardeo de Ulúa y el breve desembarco de fuerzas francesas en Veracruz el 5 de diciembre. Lo que Francia esperaba era el sometimiento de México.

[1] https://www.gob.mx/agn/articulos/agnrecuerda-la-firma-del-tratado-de-paz-de-la-conocida-guerra-de-los-pasteles
[2] https://www.ecured.cu/Doctrina_Monroe
[3] http://www.argentina-rree.com/4/4-018.htm
[4] https://acervo.sre.gob.mx/images/libros/ahdm_23.pdf
[5] http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/11/27111838.html
[6] https://www.milenio.com/cultura/por-que-inicio-la-guerra-de-los-pasteles-hace-180-anos
[7] https://www.gob.mx/agn/articulos/agnrecuerda-la-firma-del-tratado-de-paz-de-la-conocida-guerra-de-los-pasteles
[8] https://www.gob.mx/sedena/documentos/16-de-abril-de-1838-inicio-de-la-guerra-de-los-pasteles

Fuente: www.cndh.org.mx/Secretaría Ejecutiva

La Invasión francesa en México y el segundo Imperio

México, primeras décadas de vida independiente

Liberales y conservadores


En la clase de Historia de quinto de primaria, aprendiste sobre el tema de aquellas diferencias entre los liberales y conservadores durante el siglo XIX.

A mediados del siglo XIX dos fuerzas políticas querían gobernar México; ambos grupos tenían ideas opuestas, en la mayoría de los casos, acerca de las medidas que debían adoptarse para mejorar la situación del país. Estos Grupos eran los liberales y los conservadores, a los que se ha considerado como partidos políticos, sin que lo hayan sido formalmente. 

Las luchas entre ambos grupos provocaron que en este periodo hubiera constantes conflictos; esto causó la inestabilidad del país y afectó su economía y desarrollo. 

Es normal que las personas pensemos diferente y que no compartamos alguna forma de pensar. Pero esto no significa que sólo una parte tenga toda la razón, sino que cada persona mira la realidad desde un punto de vista diferente, desde lo que a cada quien le ha tocado vivir, y lo que le resulta maravilloso a unos puede resultarle chocante a otros. 

En el siglo XIX no pensaban así, porque hubo muchos problemas entre liberales y conservadores. Los problemas fueron tantos y tan fuertes, que ocasionaron una guerra civil, o sea, una guerra entre dos bandos dentro del mismo país, y esto afectó a muchísimas personas de una forma u otra. 

Liberales y conservadores defendían ideas opuestas acerca de lo que era y debía ser México, los liberales y los conservadores fueron dos partidos políticos rivales que surgieron en el contexto de la crisis que ocasionó la derrota de México durante la guerra contra Estados Unidos. México perdió más de la mitad de su territorio como consecuencia de esta guerra y se puso en duda su capacidad para gobernarse a sí mismo. Con un territorio mutilado, una economía en ruinas y una sociedad dividida, México transitaba por uno de los momentos más difíciles de su historia, porque lo que estaba en riesgo era su existencia misma como nación independiente. El partido liberal y el conservador surgieron como dos proyectos políticos que prometían salvar a México de la desgracia y convertirlo en una nación moderna y próspera, pero esto significaba cosas muy distintas para un grupo y para otro. 

Diferencias entre Liberales y conservadores

      
Al analizar la Tabla de comparación, encontramos:
     
                                                        República vs Monarquía

    Desamortización vs Intolerancia religiosa

Garantías individuales vs Privilegios tradicionales


Liberales y conservadores en México

Fuente: www.unionjalisco.mx

¿Cómo era la desigualdad antes de que estallará la Revolución Mexicana?


Cuando hablamos sobre el porfiriato, la tradición nos dice que es una historia de explotación, de niveles de desigualdad parecidos a los del México colonial, caracterizada por la figura del peón encasillado, los jornales que apenas llegan a los niveles de subsistencia y una élite política y económica que extraía tanto como le era posible. El trabajo sobre la historia económica de México en este periodo y durante la revolución mexicana es extenso desde lo regional hasta lo nacional.

Quizá el trabajo más completo para estimar los niveles de desigualdad a través de la historia de la economía mexicana es el de Bleynat, Challu y Segal (2017)1 en el que se documenta cómo cambiaron los niveles de subsistencia de la población, primero creciendo durante una buena parte del porfiriato y después cayendo rápidamente a lo largo de los últimos años de la dictadura. Cuando la revolución estalló, el salario de los trabajadores en promedio apenas se encontraba ligeramente arriba de la subsistencia.

Esta realidad contrasta con la de una economía que se encontraba en plena expansión, aprovechando los beneficios de adaptar tecnologías que comenzaron a desarrollarse cincuenta años atrás (como los ferrocarriles) y las nuevas oportunidades que la globalización del capital y del comercio traían. El PIB per cápita creció durante el último cuarto del  siglo XIX, la economía mexicana comenzó a crecer a un ritmo mayor, producto de la expansión del comercio global durante la primera globalización (Williamson, 2015),2 la exportación de ganado, granos, azúcar y las inversiones para construir ferrocarriles y otros tipos de infraestructura. No obstante, este crecimiento se concentró en las partes más altas de la sociedad porfirista, las clases medias y la población rural que llegaba al setenta por ciento del total no vieron beneficio alguno, incluso vieron sus niveles deteriorarse.

Si usamos diferentes medidas de desigualdad en el periodo, las estaturas (López-Alonso y Vélez-Grajales, 2017)3 o los salarios reales y niveles de subsistencia, la historia de de explotación del porfiriato se confirma; no obstante, aún no conocemos la evolución de la desigualdad al interior de los distintos grupos sociales en la sociedad mexicana del periodo. La falta de datos y la baja confianza en algunos de los disponibles hace esta tarea muy complicada, pero quizá podemos llegar a un estimado razonable si empleamos una herramienta muy útil para estudiar desigualdad, las tablas sociales.

Construyendo una serie de tablas sociales para 1895 y para 1910 podemos darnos una idea de quiénes fueron los ganadores y perdedores de la primera globalización en México y cómo los niveles de explotación presentes pudieron afectar de forma específica a algunos grupos, transformándose en un incentivo para la revuelta.

Como comenta Scheidel (2017)4 no podemos afirmar que la desigualdad estuviera detrás de alguna revolución, las sociedades parecen tener gran capacidad de tolerar elevados niveles de desigualdad por mucho tiempo, tal es el caso de México en gran parte de su historia. Sin embargo, sí son capaces de disminuir de forma muy veloz y a un enorme costo humano y material.

A los 108 años del comienzo de la Revolución mexicana y 101 años de la constitución que ésta produjo, nos caería bien pensar en la larga evolución de la economía mexicana. Para que  verdaderamente se modernice y tener una sociedad más justa y más igualitaria tenemos que reconocer todo lo que nos hemos equivocado durante los últimos 12, 30, 100 años. México hoy es una economía muchas veces más rica y, sin embargo, aún podemos encontrar muchos paralelos entre los ganadores y perdedores de la globalización de cada época y la falta de políticas para corregirlo.

Fuente: Diego Castañeda. Economista por la University of London.

1 Bleynat, I., Challú, A., & Segal, P. (2017). Inequality, Living Standards and Growth: Two Centuries of Economic Development in Mexico. Department of International Development. Working Paper. London.

2  Williamson, J. G. (2015). Latin American Inequality: Colonial Origins, Commodity Booms or a Missed Twentieth-Century Leveling? Journal of Human Development and Capabilities, 16(3), 324-341.

3 López-Alonso, Moramay and Roberto Vélez-Grajales (2017), “Using Heights to Trace Living Standards and Inequality in Mexico Since 1850”, in Bértola, Luis and Jeffrey Williamson (eds.), Has Latin American Inequality Changed Direction? Looking Over the Long Run, Cham: Springer.

4 Scheidel, W. (2017), “The Great Leveler: Violence and the History of Inequality from the Stone Age to the Twenty-First Century”, Princeton University Press, pp. 528.


Así vivían los Mexicanos después de la Independencia


De Izquierda o Derecha Liberal - Conservador 
en la Actualidad
El cuestionario de la encuesta CIDE-CSES 20091 pidió a los entrevistados ubicarse a sí mismos con respecto a los conceptos izquierda-derecha y liberal-conservador en una escala que va de 0 a 10. Las variables se codificaron en tres categorías, izquierda, centro y derecha, y liberal, centro y conservador.2

En la encuesta se incluyeron también algunas preguntas de la encuesta World Values Survey3 en las que se pide a los entrevistados su opinión sobre qué tanto se justifica la homosexualidad, la prostitución, el aborto, el divorcio y la eutanasia, usando escalas de 0 a 10.4 En otra batería de preguntas se indaga sobre actitudes relacionadas con temas de igualdad, el papel del gobierno y el individualismo. Con base en las respuestas a estas baterías de preguntas se construyeron un índice de actitudes “sociales” y uno de actitudes “económicas”. El valor del índice para cada persona es el promedio de los valores que le dio a cada pregunta. Ambos índices se recodificaron en tres categorías: liberal, neutro y conservador en el índice moral, e izquierda-igualitario, neutro o derecha-meritocrático en el económico. Entre más alto es el valor que la persona le da a cada pregunta (“siempre se justifica” en el índice social), más liberal es el respondiente y lo mismo ocurre en el índice económico, donde el valor más bajo es igualitario y el más alto meritocrático.5

Se observa una clara y marcada discrepancia entre la manera como las personas se ubican a sí mismas en la escala económica y su ubicación objetiva. Mientras que sólo el 14% de las personas se consideró a sí misma como de izquierda, el 50% cae en esa categoría por sus respuestas a las preguntas específicas. Obviamente, lo mismo ocurre con el posicionamiento en la derecha, 66% se considera de derecha, pero sólo 29% cae en esa categoría por sus respuestas a preguntas concretas (ver gráfica 1).


Los conceptos liberal-conservador también muestran diferencias entre la auto ubicación y la posición objetiva, 20% se autodefinen como liberales, mientras que sólo 39% lo son por sus opiniones, y 57% se consideran conservadores, mientras que sólo 42% objetivamente cae en la categoría (ver gráfica 2).


Estos conceptos son construcciones de las elites y suponemos que el público los usa como atajos cognitivos que le permiten minimizar los costos de informarse. Pensamos que el público los usa y que en efecto resumen posiciones complejas. Este supuesto tiene sustento, pero únicamente para una porción limitada de la población. 

Solamente en el 52% de los entrevistados la auto ubicación en la escala izquierda-derecha y 48% en la escala liberal-conservador corresponde a sus opiniones. Es decir, la autodefinición de las personas parece poco relacionada con las orientaciones de política que supuestamente debieran sustentarla, o bien, las categorías subjetivas que utilizan las personas para ubicarse en las dimensiones “ideológicas” están basadas en espacios distintos a los que los investigadores suponemos.

Fuente: Ulises Beltrán. Director general de BGC. Beltrán y Asocs. S.C/nexos.com.mx

1 Encuesta nacional en viviendas (cara a cara) de dos mil 400 entrevistas efectivas realizadas a los ciudadanos de la República mexicana en los días posteriores a la elección federal del 5 de julio de 2009 (13 a 24 de julio). La encuesta se realizó partiendo de una muestra probabilística distribuida en 240 secciones electorales aplicando 10 entrevistas por sección.
2 Usando la escala que aparece en la tarjeta 4, donde 0 significa izquierda y 10 derecha. ¿Dónde se ubicaría usted? Codificación, 0-3 izquierda, 4-6 centro, 7-10 derecha. Usando la escala que aparece en la tarjeta 5, donde 0 significa liberal y 10 conservador. ¿Dónde se ubicaría usted? Codificación, 0-3 liberal, 4-6 centro, 7-10 conservador.
3 Véase: http://www.worldvaluessurvey.org/
4 Por favor, dígame donde 1 es nunca se justifica y 10 es siempre se justifica. Homosexualidad
Por favor, dígame donde 1 es nunca se justifica y 10 es siempre se justifica. Prostitución
Por favor, dígame donde 1 es nunca se justifica y 10 es siempre se justifica. Aborto
Por favor, dígame donde 1 es nunca se justifica y 10 es siempre se justifica. Divorcio
Por favor, dígame donde 1 es nunca se justifica y 10 es siempre se justifica. Eutanasia (terminar la vida de un enfermo incurable).

5 La encuesta tiene preguntas sobre muchas dimensiones, pero varias de estas preguntas están altamente correlacionadas entre sí, por lo tanto, prácticamente miden lo mismo. Con base en un análisis de confiabilidad (alfa de Cronbach) se escogieron aquellas con la correlación más baja entre ellas: ¿Cómo colocaría sus puntos de vista en esta escala? 1 significa “Debería haber mayor igualdad de ingresos. 10 significa debería haber mayores diferencias de ingreso para que gane más el que se esfuerza más”. ¿Cómo colocaría sus puntos de vista en esta escala? 1 significa “El gobierno debe tener más responsabilidad para asegurar que todos tengan sustento. 10 significa Los individuos deben tener más responsabilidad para sostenerse a sí mismos”. ¿Cómo colocaría sus puntos de vista en esta escala? 1 significa “Una sociedad igualitaria en donde la diferencia entre ricos y pobres es poca, independientemente de los logros de cada persona. 10 significa Una sociedad competitiva en donde las riquezas se distribuyen de acuerdo con los logros de cada persona”.
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Maximiliano de México, sueños de poder


Fusilamiento Miguel Miramón, Maximiliano de Hasburgo y Tomás Mejía





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